Los periquitos australianos son originarios de Australia y pertenecen a la familia de los loros. Estos pájaros habladores de plumaje colorido y pico curvo son unas de las mascotas favoritas en Europa. Aquí puedes encontrar datos interesantes sobre el origen y la reproducción de estas aves, así como consejos para una crianza adecuada.

En su país de origen, Australia, los periquitos australianos viven en enjambres de hasta dos mil pájaros. No es de extrañar que esta ave social, aun en cautiverio, prefiera estar acompañada. Si estás pensando en adquirir un periquito australiano, deberías proponerte adquirir cuando menos 2 ejemplares. Estos alegres pájaros solo se sienten cómodos con sus semejantes, con los que están en contacto constante. Su repertorio de sonidos y lenguaje corporal es extraordinario. Observarlos en el trato con otros periquitos es alucinante.

Tras un tiempo, la mayoría de los periquitos australianos se vuelven obedientes. Sin embargo, el contacto con los humanos nunca basta para aliviar la necesidad de interacción y comunicación de estos alegres pajarillos. Es evidente que un espéculo o bien un pájaro de plástico no reemplazan a un compañero de veras. Para la crianza en el hogar se recomiendan grupos de dos, 4 o bien 6 aves, mitad macho y mitad hembra. Por lo general los machos de periquitos australianos se llevan bien entre ellos, son las hembras las que, si conviven solas, se pelean. Al revés de otros animales, los periquitos hembra son quienes tienden a dominar.

Los periquitos australianos proceden de Australia. Todavía hoy día, viven en grandes bandadas, colonizando praderas, sabanas y bosques. La mayoría de los periquitos en libertad son nómadas y vuelan por el contiente en pos de alimento. Al revés de las aves migratorias, los periquitos australianos no vuelan más de 3 horas sin reposo, y llegan a avanzar unos 100 km. Solo en el este de Australia, las favorables condiciones climáticas proporcionan agua y alimento a los periquitos durante todo el año.

Los primeros periquitos llegaron a Europa en navío en mil ochocientos cuarenta. El científico inglés John Gould trajo varias de estas coloridas aves a su hogar en Gran Bretaña. Estos alegres pajarillos agradaron tanto que la demanda aumentó rápidamente, y como consecuencia acrecentó la exportación de animales exóticos de Australia. No obstante, el largo viaje no era simple y muchos pájaros fallecieron antes de llegar a puerto. Mientras Europa buscaba criar sus periquitos. En mil ochocientos cuarenta y seis Francia comunicaba los primeros éxitos de reproducción, seguido del Zoo de Amberes (mil ochocientos cincuenta) y un criadero privado en Alemania (mil ochocientos cincuenta y cinco).

Al principio la crianza en Europa no cubría la demanda, con lo que cada navío proveniente de Australia traía periquitos a bordo. Fue en 1894 cuando Australia puso fin a esta masiva exportación, que sigue actual hoy en día. Mientras tanto, la reproducción europea de periquitos a fines del siglo XIX había aumentado considerablemente. Cuando Australia prohibió la exportación de las aves, ya existía en Alemania, Francia e Inglaterra una cría masiva orientada al comercio. A principios del siglo veinte, los periquitos conquistaron el continente americano. En nuestros días son, al lado de los canarios, una de las aves domésticas favoritas.

El periquito en su hábitat natural tiene un plumaje verdoso que le sirve como camuflaje de posibles predadores. No obstante, sus semejantes domésticos pueden encontrarse en múltiples colores. A través de la cría se consiguieron periquitos de plumaje azul, amarillo o bien blanco. Los pericos se caracterizan por las líneas horizontales onduladas que van desde la cabeza hasta las alas. La cara amarillenta se extiende hacia la garganta, y es común en la mayor parte de estas aves. Asimismo se identifican por tener de cuatro a 6 máculas negras en el cuello.

La distinción de género no resulta simple en los periquitos, puesto que el colorido plumaje es igual en las hembras como en los machos. La única forma de distinguirlos se halla en la cera (la parte superior del pico alrededor de las narinas). En las hembras es de color marrón y en los machos es azul, pudiendo ser violeta o bien rosada. Los dos llegan a medir unos 18 cm (desde la cola hasta la cabeza) y a pesar entre 25 y 40 gramos.

Los periquitos son extremadamente populares como mascotas: son bonitos, alegres, vivos, «habladores», simples de mantener en pequeños apartamentos y económicos en cuanto a adquisición y cuidados. Sobre todo, las familias con pequeños ven en este amigo con plumas una buena alternativa al gato y al can. Mas antes que salgas corriendo a la tienda de animales más cercana, estudia si puedes ofrecerle a tu nuevo amigo una vida apropiada. Los periquitos no solo precisan compañía, sino que también son muy ágiles. Aparte de uno (o varios) compañeros, precisan espacio y ejercicio para sentirse a gusto. Una jaula grande y un vuelo libre regular son requisitos para la crianza de estos hermosos pájaros. Es necesario alimentarlos diariamente, limpiar la jaula y mudar la arena y el agua de forma regular. Los periquitos pueden llegar a vivir 15 años como mascota, y no se aconseja obtenerlos solo para probar si te agradan o bien como regalo de Navidad.

Una jaula grande no basta para satisfacer la necesidad de ejercitarse de un periquito. Es preciso ofrecerle cuando menos una hora de vuelo libre al día. Lo mejor es dejar al pajarillo en una habitación grande, tranquila y segura. Debes sacar cualquier planta tóxica, cerrar puertas y ventanas, y asegurar todas las rehendijas entre los muebles. Cuantas más periquitos australianos opciones de aterrizaje posible, mejor. En la cocina y en los baños hay demasiados peligros. Los dormitorios infantiles tampoco se aconsejan, ya que estas aves son muy sensibles a ruidos altos y movimientos bruscos, además de esto los niños suelen olvidarse de cerrar las puertas. Asimismo hay que tomar en consideración que los periquitos gozan picoteando las maderas, tapices y armarios. Es mejor que traslades tus muebles de diseño y valiosos cuadros a otra habitación.

En su hogar en Australia, los periquitos se alimentan de semillas maduras de pastos y otras plantas que cubren el suelo. Estas dan al pajarillo energía y todos y cada uno de los nutrientes necesarios. Así es como deberías nutrirlos en casa. Te invitamos a mezclas de granos de mijo y otras semillas. Un periquito maduro y saludable necesitará 2 cucharillas diarias. Ten presente que los complementos alimenticios son relevantes para una alimentación equilibrada. Las semillas con un elevado nivel de aceite y los snacks de granos aglomerados con miel deben administrarse con moderación por su gran contenido calorífico. Si quieres mimar a tu pajarillo, es mejor que le ofrezcas más fruta fresca y hojas verdes como diente de león.

Los periquitos se suelen ocupar de su cuidado corporal. Una bañera para el cuidado de las plumas, una piedra caliza para afilar el pico y ramas naturales para el desgaste de las garras les son de gran ayuda. Es bueno que les ofrezcas estos accesorios y observes si tus pajarillos los están utilizando. Los periquitos no acostumbran a enseñar sus enfermedades hasta el momento en que ya están avanzadas. Los cambios en el comportamiento, la mala ingesta de los comestibles, la digestión irregular y la baja actividad física han de ser observados y comunicados a un veterinario experto en animales exóticos. Estas alteraciones pueden apuntar enfermedades en tu pájaro.

Los periquitos son bonitos y con su alegría y habladuría traen vida a la casa, mas también, como cualquier otro miembro de la familia, dan trabajo. Es esencial que, como padre, si adquieres periquitos para tus hijos, sepas que la mayoría de las responsabilidades van a ser a tu cargo. Aconsejamos que el niño tenga por lo menos 6 años. A esta edad ya puede ayudar en la nutrición, limpieza y cuidados, mas todavía es muy joven para asumir toda la responsabilidad. No obstante, tu hijo aprenderá a tener en consideración las necesidades del pajarillo y a asumir tareas. A pesar de que los periquitos no son animales de peluche, son buenos escuchando y amenos de observar.